miércoles, 3 de junio de 2015

¡¡¡NO PODEMOS DECIRLO MEJOR!!!

Carta de un Jefe Indio Azteca a los Gobiernos de Europa:




Aquí, pues, yo, Guaipuro Cuauhtémoc, descendiente de los que poblaron la América hace cuarenta mil años, he venido a encontrar a los que se la encontraron hace ya quinientos años. Aquí, pues, nos encontramos todos: sabemos lo que somos y es bastante. Nunca tendremos otra cosa.

El hermano aduanero europeo me pide papel escrito con visa para poder descubrir a los que me descubrieron. El hermano usurero europeo me pide pago de una deuda contraída por Judas, a quien nunca autoricé verdaderamente. El hermano usurero europeo me explica que toda deuda se paga con intereses, aunque sea vendiendo seres humanos y países enteros sin pedirles consentimiento. Yo los voy descubriendo.

También yo puedo reclamar pagos, también puedo reclamar intereses. Consta en Archivo de Indias, papel sobre papel, recibo sobre recibo, firma sobre firma, que solamente entre el año 1503 y el 1660 llegaron a San Lúcar de Barrameda 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata que provenían de América. ¿Saqueo? ¡No lo creyera yo! Porque es pensar que los hermanos cristianos faltan a su séptimo mandamiento. ¿Expoliación? ¡Guárdeme el cielo de figurarme que los europeos, igual que Caín, matan y después niegan la sangre del hermano! ¿Genocidio? ¡Eso sería dar crédito a calumniadores como Bartolomé de las Casas, que calificaron el encuentro de destrucción de las Indias, o a ultras como el doctor Arturo Pietri, quien afirma que el arranque del capitalismo y de la actual civilización europea se debió a la inundación de metales preciosos arrancados por ustedes, mis hermanos europeos, a mis también hermanos de América! ¡No! Esos 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata deben ser considerados como el primero de varios préstamos amigables de América para el desarrollo de Europa. Lo contrario sería presuponer crímenes de guerra, lo que daría derecho, no solo a exigir devolución inmediata, sino indemnización por daños y perjuicios.




Yo, Guaipuro Cuautémoc, prefiero creer en la menos ofensiva de las hipótesis para mis hermanos europeos. Tan fabulosas exportaciones de capital no fueron más que el inicio de un plan Marshall-tezuma para garantizar la reconstrucción de la bárbara Europa, arruinada por sus deplorables guerras contra los cultos musulmanes, defensores del álgebra, la arquitectura, el baño cotidiano y otros logros superiores de la civilización.

Por eso, una vez pasado el Quinto Centenario del “Préstamo” podemos preguntarnos: ¿Han hecho los hermanos europeos un uso racional, responsable o, por lo menos, productivo de los recursos tan generosamente adelantados por el Fondo Indoamericano Internacional? Deploramos decir que no. En lo estratégico, lo dilapidaron en las batallas de Lepanto, Armadas Invencibles, Terceros Reichs y otras formas de exterminio mutuo, para acabar ocupados por las tropas gringas de la OTAN, como Panamá (pero sin canal). En lo financiero han sido incapaces después de una moratoria de 500 años, tanto de cancelar capital e intereses, como de independizarse de las rentas líquidas, las materias primas y la energía barata que les exporta el Tercer Mundo.

Este deplorable cuadro corrobora la afirmación de Milton Friedman, conforme a la cual una economía subsidiada jamás podrá funcionar. Y nos obliga a reclamarles – por su propio bien – el pago de capital e intereses que tan generosamente hemos demorado todos los siglos. Al decir esto, aclaramos que no nos rebajaremos a cobrarles a los hermanos europeos las viles y sanguinarias tasas flotantes de un 20 por ciento y hasta un 30 por ciento que los hermanos europeos les cobran a los pueblos del Tercer Mundo. Nos limitaremos a exigir la devolución de los metales preciosos adelantados, más el módico interés fijo de un 10 por ciento anual acumulado durante los últimos 300 años. Sobre esta base, aplicando la europea fórmula del interés compuesto, informamos a los descubridores que solo nos deben, como primer pago de su deuda, una masa de 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata, ambas elevadas a la potencia de trescientos. Es decir, un número para cuya expresión total serías necesarias mas de trescientas cifras y que supera ampliamente el peso de la tierra. 

¡Muy pesadas son estas moles de oro y de plata! ¿Cuánto pesarían calculada en sangre? Aducir que Europa en medio milenio no ha podido generar riquezas suficientes para cancelar este módico interés sería tanto como admitir su absoluto fracaso financiero y/o la demencial irracionalidad de los supuestos del capitalismo.

Tales cuestiones metafísicas, desde luego, no nos inquietan a los indoamericanos. Pero sí exigimos la inmediata firma de una carta de intenciones que discipline a los pueblos deudores del viejo continente; y los obligue a cumplir su compromiso mediante una pronta privatización o reconversión de Europa que les permita entregárnosla entera como primer pago de una deuda histórica. Dicen los pesimistas del Viejo Mundo que su civilización está en una bancarrota que les impide cumplir con sus compromisos financieros o morales. En tal caso, nos contentaríamos con que nos pagaran con la bala con que mataron al poeta. Pero no podrán, porque esa bala es el corazón de Europa.


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Dos maneras generales y principales han tenido
los que allá han pasado que se llaman cristianos
en estirpar y raer de la haz de la tierra a aquellas
miserandas naciones. La una, por injustas, crueles,
sangrientas y tiránicas guerras.
La otra oprimiéndolos con la más dura, horrible y
áspera servidumbre en que jamás hombres
ni bestias pudieron ser puestas.”

(Bartolomé de las Casas)

OPINION DOCUMENTAL ARMAS, GERMÉNES Y ACERO



Armas, gérmenes y acero de Jared Diamond












SINOPSIS

La narración comienza hace 13.000 años, cuando los cazadores recolectores de la Edad de Piedra constituían la totalidad de la población humana. En aquella época comenzaron a tomar rumbos diferentes en los distintos continentes las sendas de la evolución de las sociedades humanas. Los orígenes localizados de la agricultura y la ganadería sólo son una parte de la explicación de los diferentes destinos de los distintos pueblos. La gran desigualdad en el ritmo de difusión de la producción de alimentos desde esos centros iniciales tuvo mucho que ver con otras características climáticas y geográficas. Armas, gérmenes y acero supone un avance fundamental en nuestra comprensión de las sociedades humanas. Expone cómo el mundo moderno y sus desigualdades han llegado a ser como son.
 
Este documental muestra como se puede investigar y profundizar, en como fuimos colonizados y la verdad detrás de una Europa indolente y abusiva, tras la violencia y abuso con nuestros antepasados, el análisis del libro y documental, la muestra de como no hemos podido salir al avance, dejando nuestra cultura y pureza social, a convertirnos en muertos vivientes, subyugados ante un nuevo mundo de germénes y  muerte, por que a través de los siglos América latina principalmente no  se a desarrollado como Europa, sino hemos y seguimos entregando nuestras tierras y abierto nuestro espacio a la explotación de la misma... entonces que ganamos con tantas muertes de aztecas, incas y el resto de indígenas que por no tener una mente abierta y conocer las intencionalidades y sobre todo las estrategias murieron por nada.. porque seguimos esclavos de Europeos, Gringos y Asiáticos, no hemos aprendido hacer una cuchara de palo, porque todo lo importamos..



ARMAS GERMÉNES Y ACERO

UN MUNDO NUEVO- LA MUERTE DE AMÉRICA




















BIBILIOGRAFIA JARED DIAMOND

BIBLIOGRAFIA JARED DIAMOND






Jared Mason Diamond, 10 de septiembre de 1937 (74 años), es un autor estadounidense de literatura científica, biólogo y fisiólogo evolucionista, y biogeógrafo. Doctor por la Universidad de Cambridge, Reino Unido es actualmente profesor de geografía en la Universidad de California (UCLA) 
Se le conoce ante todo por su libro ganador del premio Pulitzer Armas, gérmenes y acero (Guns, Germs and Steel. 1997). Es autor también de Colapso. ¿Por qué unas sociedades perduran y otras desaparecen? (Collapse: How Societies Choose to Fail or Succeed. 2004). En estos dos libros trata la evolución de ciertas sociedades a partir de factores materiales como condiciones ecológicas, disponibilidad de recursos e influencia de la tecnología, pero sin caer en posiciones materialistas, ya que el autor hace hincapié continuamente en que el destino final que sufren las sociedades, depende de las decisiones que éstas toman.

martes, 2 de junio de 2015

ENTENDIENDO A TOMAS KUHN

LA ESTRUCTURA DE LAS REVOLUCIONES CIENTIFICAS






BIBLIOGRAFIA TOMAS KHUN



Thomas Samuel Kuhn







                                                                           (1922-1996)






El pensamiento de T. S. Huhn


Biografía


Thomas Samuel Kuhn nació en Cincinnati, Ohio, el 18 de julio de 1922. Estudió Físicas en la Universidad de Harvard, por la que se doctoró en dicha especialidad en 1949. A partir de entonces su interés se orientó hacia el estudio de la Historia de la Ciencia, al que se dedicó por completo. Permaneció en Harvard como profesor ayudante de Historia de la Ciencia hasta 1956, en que aceptó una oferta de la Universidad de Berkeley, donde ocupará la Cátedra de Historia de la Ciencia a partir de 1961. En 1964 pasará a desempeñar ese mismo puesto en la Universidad de Princenton hasta 1979, año en que se instalará en Boston, ocupando la Cátedra de Filosofía e Historia de la Ciencia del Massachusetts Institute of Technology. Falleció el 17 de junio de 1996 en su casa de Cambridge, Massachusetts.


El pensamiento de Kuhn


El filósofo Thomas Kuhn se ocupó principalmente de cuestiones acerca de filosofía de la ciencia: ¿cómo se lleva a cabo la actividad científica? ¿Existe un mismo patrón en dicha actividad que se pueda aplicar a lo largo de las distintas épocas históricas? ¿A qué se debe el aparente éxito en la obtención de conocimientos de la ciencia? Dicho conocimiento, por otra parte, ¿es acumulativo a lo largo de la historia?


Este tipo de cuestiones, así como las respuestas que Kuhn ofrecerá, nos muestran el enfoque histórico con el que se analiza la ciencia. Efectivamente, Kuhn se dedicó en un primer momento al estudio de la historia de la ciencia y fue a partir de ella de donde surgieron diversas cuestiones que muestran un contraste entre dos concepciones de la ciencia. Por un lado, la ciencia entendida como una actividad completamente racional y controlada (como nos la presenta el Círculo de Viena, por ejemplo), y por otro lado, la ciencia entendida como una actividad concreta que se ha venido dando a lo largo de los siglos y que en cada época histórica presenta peculiaridades y características propias. Estos dos planteamientos pueden ser denominados "formalista" e "historicista", respectivamente.


Las respuestas que Kuhn da a las cuestiones iniciales, que se plasman en la obra "La estructura de las revoluciones científicas", de 1962, supusieron un gran cambio en el debate filosófico del momento, pues el modelo formalista que imperaba fue desafiado por el enfoque historicista de Kuhn, según el cual, la ciencia se desarrolla siguiendo determinadas fases:


· 1. Establecimiento de un paradigma


· 2. Ciencia normal


· 3. Crisis


· 4. Revolución científica


· 5. Establecimiento de un nuevo paradigma


En esta concepción la noción de "paradigma" resulta fundamental. Kuhn define paradigma de la siguiente manera:


Considero a los paradigmas como realizaciones científicas universalmente reconocidas que, durante cierto tiempo, proporcionan modelos de problemas y soluciones a una comunidad científica.


Los paradigmas son, por tanto, un marco o perspectiva bajo la cual se analizan los problemas y se trata de resolverlos. Por ejemplo, el movimiento aparentemente irregular de los planetas en el cielo es un problema concreto. Podemos verlo a la luz del paradigma que ofrece la teoría geocéntrica de Aristóteles, según el cual el movimiento de los planetas es absolutamente circular. En éste caso, por lo tanto, la labor del científico será mostrar que la irregularidad de los planetas no es tal y aclarar a qué se debe dicha apariencia. Pero podríamos verlo también partiendo del paradigma de la teoría heliocéntrica. En este último caso podríamos llegar a aceptar la no-circularidad del movimiento real de los planetas, pero sea cual sea la explicación ofrecida, debe aplicarse por igual al resto de los cuerpos celestes. Los paradigmas son, por lo tanto, macroteorías que se aceptan de forma general por toda la comunidad científica y a partir de las cuales se realiza la investigación. El objetivo de la misma es aclarar los posibles fallos del paradigma (como por ejemplo datos empíricos que no coincidan exactamente con la teoría) o extraer todas sus consecuencias. A este proceso de investigación basado en un paradigma se le denomina "ciencia normal". En palabras de Kuhn:


ciencia normal" significa investigación basada firmemente en una o más realizaciones científicas pasadas, realizaciones que alguna comunidad científica particular reconoce, durante cierto tiempo, como fundamento para su práctica posterior.


Esta fase del desarrollo de la ciencia ocupa la mayor parte del tiempo de los científicos, porque aunque los nombres que nos han llegado hasta nosotros han sido los de científicos revolucionarios que han roto con las concepciones de su tiempo (como Galileo o Einstein), la mayor parte de científicos realizan trabajos rutinarios de comprobación para mostrar o poner a prueba la solidez del paradigma en el que se basan.


En ocasiones, no obstante, un paradigma no es capaz de resolver todos los problemas, y estos persisten a lo largo de los años o de los siglos, tal vez acumulándose junto con otros. En ese caso el paradigma en conjunto comienza a ponerse en cuestión y los científicos comienzan a considerar si supone el marco más adecuado o la forma más correcta de abordar los problemas o si debe ser abandonado. La crisis supone la proliferación de nuevos paradigmas, en un principio tentativos y provisionales, con vistas a resolver la o las cuestiones más problemáticas. Estos nuevos paradigmas compiten entre sí y cada uno trata de imponerse como el enfoque más adecuado.


Finalmente se produce una revolución científica cuando uno de los nuevos paradigmas sustituye al paradigma tradicional (como sucedió con la visión del mundo copernicana, que derrocó a la concepción aristotélica o con la teoría de la relatividad de Albert Einstein, que sustituyó a la visión newtoniana de la realidad como la forma más apropiada forma aproximarse al mundo):


Las revoluciones científicas se consideran aquí como aquellos episodios de desarrollo no acumulativo en que un antiguo paradigma es reemplazado, completamente o en parte, por otro nuevo e incompatible.


Tras la revolución el ciclo comienza de nuevo y el paradigma que ha sido instaurado da pie a un nuevo proceso de ciencia formal.


Como se puede ver, el enfoque historicista da más importancia a factores subjetivos en el proceso de investigación científica que anteriormente habían sido pasados por alto. Kuhn muestra que la ciencia no es solamente un contraste y neutral entre las teorías y la realidad, sino que hay diálogo, debate, y también tensiones y luchas entre los defensores de los distintos paradigmas. Los científicos no son seres absolutamente racionales. Cuando los experimentos parecen mostrar que una teoría determinada es falsa, algunos científicos continúan usándola. Si hay una posible aplicación práctica de la teoría o existen intereses de algún tipo, esto influye en la actividad científica, así como la existencia de colectividades o grupos sociales a favor o en contra de una teoría concreta, o la existencia de problemas éticos. Todos ellos son casos en los que la actividad científica se ve influenciada por el "mundo exterior". En definitiva, allí donde los formalistas afirmaban que lo importante de la ciencia son las teorías y la comparación objetiva entre las teorías existentes, los historicistas conceden más importancia al sujeto que lleva a cabo la investigación así como a la sociedad en la que está inmerso. Otro argumento adicional en contra de la concepción de la ciencia como un proceso perfectamente racional en el que sólo tienen importancia la fuerza de los argumentos es el hecho de que desde un paradigma resulta difícil (algunos afirman que imposible) entender el punto de vista alternativo, ya que siempre se parte de un paradigma determinado. No existe forma de alejarse de todos los paradigmas y compararlos de forma objetiva, sino que siempre estamos inmersos en uno de ellos y conforme al mismo interpretamos el mundo que nos rodea. El debate que se establece, por lo tanto, entre defensores de distintos paradigmas puede resultar a menudo estéril, hasta el punto, llega a decir Kuhn, de que un paradigma triunfa no porque consiga convencer a sus oponentes, sino porque los representantes del paradigma más antiguo van falleciendo.


Considerados estos factores, ¿cómo hemos de entender el progreso en la ciencia? La respuesta de Kuh es que el progreso, estrictamente hablando, sólo se produce en las fases de ciencia normal, pero no se puede hablar de un progreso continuado desde la época de los griegos hasta la actualidad, porque las revoluciones científicas no son sino rupturas de esa continuidad. Cada revolución marca, en cierto sentido, un nuevo comienzo.


Esta perspectiva dará pie posteriormente a un relativismo radical según el cual no habría forma de saber cuál, entre dos teorías, es verdadera puesto que la verdad depende del paradigma desde el que se analizan los problemas (Feyerabend es un filósofo relativista que ejemplifica esta postura). El propio Kuhn, sin embargo, se desmarcará de una interpretación de su propia teoría en ese sentido.





OPINION DE LA ESTRUCTURA DE LAS REVOLUCIONES CIENTÍFICAS



LA ESTRUCTURA DE LAS REVOLUCIONES CIENTÍFICAS POR: TOMAS KHUN




Este libro considera la historia como un baúl de fabulas y cronologías, que ha llevado a generar un cambio decisivo de la ciencia y el concepto que tenemos de ella, lo que más claramente es como se puede aplicar a las ciencias naturales y sociales o también llamada ciencias del espíritu, quienes profundizan estos temas y amplían sus extensiones de concepción son los alemanes, ya que estos muestran muchas vistas de las ciencias sociales.

Khun plantea herramientas de observación y experiencia que se pueden limitar a través, de creencia científicas aceptables, lo que lleva a que exista ciencia, lo único que veo es determinar los objetos particulares de esas mismas herramientas o creencias. Puedo comprender que los paradigmas y que ubican a los estudiantes a mirar la ciencia desde adentro, como las metodologías y teorías de esos paradigmas con una evaluación, y critica que lleva a pensar en un universo de hechos personales o históricos que se convierten en fenómenos científicos, lo que lleva al paradigma a ser aceptada sin confrontación a diferencia de otras. 

Lo que lleva al análisis rígido del grupo que la produce o el individuo hay sólo tres focos normales para la investigación científica real y no son siempre ni permanentemente, distintos. Encontramos la clase de hechos que el paradigma ha mostrado que son particularmente reveladores de la naturaleza de las cosas. (...)Los esfuerzos por aumentar la exactitud y el alcance con que se conocen hechos como ésos, ocupan una fracción importante de la literatura de la ciencia de observación y experimentación.

Desde Tycho Brahe hasta E. O. Lawrence, algunos científicos han adquirido grandes reputaciones, no por la novedad de sus descubrimientos, sino por la precisión, la seguridad y el alcance de los métodos que desarrollaron para la predeterminación de algún tipo de hecho previamente conocido. Una segunda clase habitual, aunque menor, de determinaciones reales se dirige hacia los hechos que pueden compararse directamente con predicciones de la teoría del paradigma. (...).

Considero que estos planteamientos llevan a análisis profundos de paradigmas que puede llegar a una verdad o no, de un grupo, individuo o situación terrestre. Bajo un estudio esquemático de los procesos sociales en lo que se encuentre ese paradigma, ese estudio de campo rígido, puede llevar a una conclusión sea o no verdadera o concluyente.